Es difícil calcular o medir cada uno de los efectos que genera un partido de fútbol o una Copa del Mundo, y no hablo de mercadeo o publicidad si no de sentimientos, inspiración, imitación y estimulación hacia las masas.
Por ejemplo en el mundial de México en 1986, los representantes por el área de la CONCACAF fueron Canadá y por supuesto el país organizador México, la selección de los Estados Unidos había estado ausente o mejor dicho no visitaba estos torneos desde el 2 de julio de 1950 cuando Chile le ganó 5-2 en la fiesta mundialista celebrada en Brasil.
Canadá en el mundial Azteca del '86 pasó sin pena ni gloria al caer ante Francia (1-0), Hungría (2-0) y la Unión Soviética (2-0). A los de casa les fue mejor, México llegó hasta los cuartos de final en donde cayó apabullado por Alemania 4 goles a 1.
Al final, el Mundial lo ganó Argentina de la mano de Maradona al imponerse a la selección Teutona 3 tantos a 2.
Para no faltarle el respeto a la historia, debo mencionar que Diego fue la figura de ese Mundial, pero también hay que recordar que dentro de un equipo de fútbol hay jugadores cuya posición está marcada por el destino que los transforma en un abrir y cerrar de ojos en héroes o villanos.
Pumpido, Shilton, Schumaher, Zubizarreta y Pfaff estuvieron ahí para defender sus porterías, y también sin imaginarlo para dejar huella en muchos jóvenes que luego de verlos en acción deseaban imitar sus vuelos y salvadas.
Uno de ellos, Scott Garlick, nació en Phoenix, Arizona un 29 de mayo de 1972,
y en aquella época, 1986, tenía la edad perfecta para definir de una vez por todas su posición dentro del deporte que practicaba con mucho anhelo desde los 6 años.
Esa dedicación lo llevó a formar parte del equipo de la Universidad de San Diego durante 4 años hasta que se llevó el reconocimiento en 1992 y 1993 de "El Jugador del Año de la Conferencia del Oeste".
Al año siguiente ya estaba jugando en Irlanda para el Waterford United, luego decidió volver a los Estados Unidos para formar parte de un equipo de tercera división el Carolina Dynamo que lo expuso de tal manera que terminó siendo reclutado más tarde por el D.C. United de la Major League Soccer, el sueño como profesional apenas comenzaba a ser una realidad.
El pasado sábado, luego que Cutler cometiera falta a De Rosario del Houston Dynamo al minuto 32, el árbitro principal el Sr. Ben Jones decretó la pena máxima, acto seguido, el salvadoreño Ronald Cerritos se dispuso a ejecutar el disparo desde los doce pasos lanzando con fuerza a su derecha en donde apareció cual uno de esos tantos arqueros que observó durante el Mundial del 86 Scott Garlick para atajarla de manera magistral.
Su debut esta temporada con el Real Salt Lake ante las Chivas USA no estuvo afortunado, pero a medida que ésta ha transcurrido no queda duda alguna de su capacidad y sobre todo liderazgo desde la última línea de la defensa, su manera de jugar el área, apoyando a sus centrales y laterales y sus intervenciones en momentos decisivos han marcado la diferencia y mejor aún el resultado.
Hace unas semanas consiguió su victoria número 100 dentro de la liga en 9 años de derroche de talento y habilidades semana tras semana, el próxima 24 de junio lo hará ante el New England Revolution, acá en el Rice-Eccles stadium en donde estarán desde las gradas muchos jóvenes observando detenidamente sus movimientos y salvadas para luego intentar imitarlas durante la semana con sus equipos en sus colegios.
Con el sueño de estar algún día en esta liga vistiendo el uniforme del Real Salt Lake o en un Mundial de fútbol con la selección de los Estados Unidos, hablando a la prensa de sus inicios, sus inspiraciones, y sobre todo de un tal Scott Garlick.
Nelson Morán es director de deportes y protagonista del programa "Hablando de Deportes" al igual que analista en las transmisión radiales del Real Salt Lake ambos transmitidos por La Bonita 1600AM, la casa del Real Salt Lake. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
