Dynamo rescata un punto de visita ante los Revs

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FOXBOROUGH, Mass - Los punteros de las Conferencias Este y Oeste, New England Revolution y Houston Dynamo, respectivamente, deleitaron a los 14.606 asistentes en el Gillette Stadium con un vibrante empate 3-3 el domingo por la tarde.


El cuadro Naranja llegó a Foxborough con una temerosa línea defensiva que llevaba 695 minutos sin recibir un gol, mientras que los Revs venían de conseguir una importante victoria en Nueva York, ante los Red Bulls.


Poco después de el pitazo inicial, ambos equipos dieron a conocer sus propuestas tácticas, con el dueño de casa tocando rápidamente y buscando crear opciones ante un cerrojo sólido decidido a no entregar espacios.


Luego de los primeros 15 minutos de juego, quedaba claro que el deseo de ambos equipos en controlar las acciones a su propia manera trancaba las acciones en vez de ofrecer espectáculo y generar mayores ocaciones de peligro.


Al minuto 25 el Revolution advirtió mediante un promisorio contra ataque, pero la atrincherada zaga de Houston controló la amenaza y neutralizó el intento local.


Seis minutos después, sin embargo, New England finalmente rompió el cero y, al mismo tiempo, acabó con el arco invicto del Dynamo tras más de 700 minutos. Un pase certero de Twellman encontró a Pat Noonan, quien aprovechó una mala salada del cancerbero Pat Onstad para picar la pelota y decretar el 1-0 mediante un espléndido sombrerito.


Tras ese golpe, la hasta entonces impenetrable defensa del Dynamo de repente empezaba a mostrar signos de debilidad. Nuevamente un contraataque del Revolution dejó solo a Noonan frente a Onstand, pero el delantero inexplicablemente prefirió buscar el ángulo de gol antes de meter un centro cruzado a un completamente desmarcado Twellman y el portero Naranja envió el remate al tiro de esquina.


Poco después del inicio de la fracción complementaria, Dynamo igualaría la cuenta mediante un zapatazo de Dwayne de Rosario, quien, desde los 30 metros, clavó el balón en el arco defendido por Matt Reis.


El equipo local no tardaría mucho en reaccionar, sin embargo. En el minuto, 51 Noonan se metió al área rival y, gracias a una floja marcación del Dynamo, habilitó a Twellman frente a la raya de sentencia. El atacante rubio no tuvo compasión y de media volea batió la red de Onstad, Revolution 2-1 Houston.


A partir de ese momento, el partido subió de tono y de inteciones ofensivas de ambas partes. Tras varios intentos, un rápido avance de los Naranjas en el minuto 60 terminó pagando dividendos. Joseph Ngwenya se llevó de espaldas a la defensa de los Revs y, casi al frente de Reis, tocó para Brian Ching quien hizo lo mejor sabe hacer, el primer gol del encuentro para Ching y el 2-2 transitorio.


Sólo un minuto después, Ching registraría su segundo tanto de la tarde. El hawaiano penetró el área rival sin mayores problemas y, habilitado por Stuart Holen, venció a Reis una vez más, 3-2 a favor de los dirigidos por Dominic Kinnear.


Los festejos Naranjas no durarían mucho, no obstante. Sólo cinco minutos después de la conquista de Ching, el árbitro Kevin Stott observó una mano de De Rosario dentro del área y no dudó en cobrar la pena máxima. Sharlie Joseph se encargó de rematar desde los 12 pasos, pero su intento fue atajado por Onstad. Sin embargo, Stott le perdonó la vida al caribeño, al encontrar que el guardameta canadiense se había adelantado demasiado en la jugada. Como conscuencia el juez hizo que se repitiera el penal. En su segunda oportunidad, Joseph no perdonó y niveló el marcador 3-3.


Los últimos minutos del partido se destacaron por los intentos frenéticos de ambos lados por conseguir el gol del triunfo que les asegurara los tres puntos. Pese a las oportunidades, especialmente una de Dorman para los Revs y otra de Ngwyena para Houston, ninguno fue capaz de desequilibrar.


Gerardo Cordero es editor de deportes del periódico El Planeta, editor de la revista Sus Deportes, co-anfitrion del programa radial Sus Deportes de 1300 AM en Boston, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.