De regreso al futuro

Mientras algunas selecciones como la de Estados Unidos y México, por ejemplo, por ahora guardan un curioso "retiro espiritual" post mundial, el planeta del fútbol a otros los lleva por las velocidades propias de los Torneos en Europa que obligan a la eliminatoria de la Eurocopa que será en el 2008 entre Austria y Suiza. El viejo continente se mueve a otras velocidades no solo porque quiera sino porque debe o de lo contrario el año calendario no le alcanzaría para programar sus necesidades comerciales y deportivas a propósito e irónicamente priorizando en la frase del cronista lo comercial por sobre lo futbolístico.


Suramérica por ejemplo solo hasta septiembre del 2007 comenzará su fase eliminatoria del Mundial, pero sin olvidar que allí en el verano del mismo año se jugará en Venezuela la Copa América que concita el encuentro de las diez selecciones del área con sus dos invitados de siempre siendo uno conocido como México y otro que se dará a conocer más adelante que ojalá sea Estados Unidos si es que el calendario de la MLS lo permite en el siguiente año como lo ha anunciado -sin dar fechas- el comisionado Garber.


Sería no solo un triunfo desde lo deportivo, sino un éxito desde lo organizativo si el fútbol de Estados Unidos lograra que volviera a ser invitado de la CONMEBOL a la máxima cita de selecciones del continente. Son once anos de ausencia desde la cita uruguaya del 95 cuando el equipo entonces dirigido por Steve Sampson hiciera parte del calendario de la Copa América.


Pero un poco más allá de ello, Suramérica en estos días vuelve a ponerse a la orden del día a nivel mundial con el cotejo amistoso que Brasil pactó con Argentina en Londres en el nuevo estadio del Arsenal. Es la amistosa final "que nunca fue" del Mundial de Alemania un partido con nuevas generaciones vistiendo las más tradicionales camisas del continente futbolístico y el estreno de dos técnicos al frente de sus oncenos nacionales. Dunga que comienza su trasegar como estratega dirigiendo un equipo mixto y renovado con jugadores de entre casa que poca opción parecieran tener en torneos oficiales frente a los estelares que siempre se calzan la verde-amarella y el "coco" Basile que regresa por los fueros al frente de la albiceleste que ya había tutelado entre 1990 y 1994 con relativo éxito. Con él, Argentina ganó dos Copa América en Chile 91 y en Ecuador 93, pero sufrió mucho su eliminatoria Mundial con destino a Estados Unidos. Maradona al final sería su "ángel de la guarda" en aquella repesca frente a Australia.


El uno (Dunga) es el argumento joven de Brasil que apuesta por la modernización y el molde del feliz experimento alemán de Jurgen Klisman y el otro (Basile) con el que Argentina apuesta a la experiencia del hombre que también aplica su estilo combinado con el fútbol moderno de velocidad, técnica y sorpresa que ya ganó suficientes elogios entre casa con el trabajo del Boca Juniors.


A la escena Mundial las dos grandes potencias de América en cancha neutral en un partido en el que los dos equipos llegan sin trabajo previo y solo investidos con las tradiciones propias de su fútbol. Aún carentes de muchos elementos arrancan sus ciclos dándole vida a un nuevo clásico que para brasileños y argentinos, desde lo futbolístico, nunca puede o pudo haber sido amistoso.


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.