WASHINGTON, D.C. — En un gran segundo tiempo donde hubo goles y emociones, D.C. United igualó 1-1 ante Colorado en lo que es su cuarto partido seguido sin ganar y el segundo partido en esta temporada en el que los de Colorado logran salir ilesos en su duelo contra el tetracampeón.
Desde el arranque del partido contra los Rapids, D.C. fue protagonista. Con Chrisitan Gómez como abanderado, Freddy Adu como socio principal, Brian Carroll y Ben Olsen en el trabajo sucio para la recuperacion y Alecko Eskandarian y Jaime Moreno como armas letales para romper el cero.
Colorado salió a esperar y ver qué ocurría en los primeros minutos. Cuatro defensas, cinco volantes y Thiago Martins - ex D.C.- como único punta.
A los 8 minutos un disparo desde lejos de Facundo Erpen arrancó los primeros aplausos y un minuto después Adu también desde fuera del área mandó un remate por arriba del travesaño.
Las dos emociones parecían presagiar un partido vibrante. Sin embargo a partir de allí el juego se concentró en el mediocampo y tuvo hasta la media hora a los arqueros como meros espectadores. Por momentos se tornó aburrido e intrascendente.
Hasta que a los 31 un córner de la izquierda bien ejecutado por el argentino Nicolás Hernández encontró la cabeza de Kyle Beckerman que le ganó en el salto a David Stokes -que reemplazo a Namoff suspendido- y con frentazo impecable le daba la ventaja a los Rapids.
D.C. no pareció reaccionar a pesar del golpe. Tampoco encontraba la pelota ni la forma de acercarse al arquero Joe Cannon. La comodidad de la ventaja hizo retrasar unos metros más a Colorado que sin habérselo propuesto estaba 1-0 arriba. La visita se apoyó en la buena tarea de sus volantes. En el desgaste permanente de "Niko" Hernández, la marca de Pablo Mastroeni y el despliegue de Beckerman.
Casi en el final de la primera etapa una enorme jugada de Martins casi se convierte en el segundo gol visitante. El delantero aprovechó una gran habilitación, dejó en el camino a Troy Perkins y desde un ángulo muy difícil, casi en la línea de fondo, intentó ponerla en el segundo palo. La pelota hizo una comba y se fue apenas desviada.
Para el complemento Peter Nowak movió sus piezas. Sacó a Stokes -que no tuvo su mejor noche- y puso en el campo a Jamil Walker de volante. Así Josh Gros pasó a la última línea.
Los primeros minutos fueron un bombardeo del local: primero con un remate de Olsen bien tapado por el arquero Cannon, después Walker mandó un remate por arriba del travesaño. Sobre los 53, Eskandarian casi la coloca en el primer palo. El equipo de la capital parecía despertar y de a poco fue metiendo a Colorado contra su arco.
Y a los 55 se hizo justicia. Jaime Moreno capturó una pelota en el área, hizo pasar a un defensa de largo, el arquero quedó a mitad de camino y le dio el pase perfecto a Gómez que venía entrando y la colocó abajo junto a un palo. 1 a 1 y ahora sí, la emoción se apoderaba del RFK.
Un minuto después otra vez Gómez que cedió a Moreno quien de sobrepique la estrelló en el travesaño. Rapids respodía con un remate de Martins que rechazó muy bien Perkins. En esos primeros 13 minutos ya se habían producido más emociones que en todo el primer tiempo.
D.C. intentaba mantener la presion sobre el arco rival pero sobre los 70, Gómez debió abandonar la cancha por una lesión en el muslo y en su lugar ingresó Domenic Mediate para reforzar el mediocampo. Colorado por su parte apostaba definitivamente al contragolpe y la peligrosidad de Martins. Y de hecho que fue el brasileño quien casi rompe el empate con un fortísimo disparo que Perkins mandó al córner.
El calor de la tarde de Washington pareció influir en los últimos minutos. El cansancio se hizo notorio en algunos jugadores de los dos. Faltaba velocidad y cambio de ritmo. D.C. se lo quiso llevar por delante sobre el final pero sin demasiada profundidad. Justo empate en el RFK, que le da oxígeno a Colorado que parece haberse convertido en la sombra negra del tetracampeón.
Gustavo Cherquis es redactor deportivo de WZD.C. Telemundo 64 y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
