WASHINGTON D.C.- Ante 18.118 personas en el Estadio RFK, el D.C. United tuvo una tarde inspirada y ratificó su condición de líder de la Conferencia Este y de la tabla general de la MLS con un triunfo 4-2 sobre el New England Revolution.
Los capitalinos ganaron, gustaron y golearon, con un despliegue productivo y letal que les permitió registrar su décimocuarta victoria de la temporada y extender su racha invicto a ocho partidos. Con este resultado, el cuadro de Tom Soehm se perfiló definitivamente como candidato para tener en cuenta en los playoffs y el título.
El defensor Joshua Gross sufrió una conmoción cerebral recientemente, pero igual estuvo la la oncena local. A los 12 minutos de juego, tuvo opción de gol nítida pero no acertó al momento de liquidar.
Luciano Emilio amenazó desde el vamos a los Revs, con un globo que por poco bañó al portero rival Matt Reis en el arranque. El United seguía presionando ante un adormecido New England, llegando eventualmente un peligroso remate de Christian Gómez que por poco inauguró el marcador. Al volante argentino le anularon un gol a los 20 minutos.
Los dueños de casa abrieron la ruta hacia la victoria a los 31 minutos, por intermedio de Fred. El brasileño dominó espléndidamente con la derecha un gran pase elevado de Jaime Moreno y definió aun mejor, decretando el 1-0 parcial con su sexto gol en su registro personal. Los Revs reclamaron fuera de lugar al asistente Nate Clement, pero el central Abiodun Okulaja validó la jugada.
Por la visita Steve Ralston y Taylor Twellman eran los más incisivos del grupo, pero no se les veía buena fluidez en la ofensiva, aunque un fallo del cancerbero capitalino Troy Perkins por poco permitió la paridad. Poco después, Fred se ganó la amarilla por una zancadilla en una apresurada e innecesaria acción.
A los 38 minutos, el United generó un contragolpe entre Emilio y Gómez, el que terminó con un taponazo salvador de Reis.
Casi al finalizar la primera mitad una escapada del Revolution terminó siendo letal para los rojinegros. Twellman amortiguó un centro de Khano Smith con el pecho y, de zurda, depositó el balón en el fondo de la red para la igualdad.
Para el segundo tiempo el ímpetu acumulado por el Revolution fue ostensible y era claramente mejor de los dos equipos. A los 54 minutos, el defensor local Marc Burch trató de despejar un tiro de esquina pero lo mandó directamente a Perkins, quien no pudo controlar, con la pelota pasando entre sus piernas a pocos centímetros de la línea de sentencia, justo donde apareció Jay Heaps para voltear el marcador 2-1 en favor de los Revs.
El gol fue como un balde de agua fría para los de casa y sus huestes, pero una vez que Okulaja confirmó el tanto del visitante, las Aguilas Negras asumieron el golpe y propusieron con calma revertir el marcador adverso.
La paridad llegaría sólo cinco minutos después. Jaime Moreno siguió su marca récord en la MLS, marcando el 2-2 y su tanto 110 con pierna derecha en doble remate, desatando locura y frenesí entre los partidarios locales.
Al minuto 61, Soehn excluyó a Fred por Ben Olsen para darle más dominio en el sector medio al United. Por New England, Pat Noonan salió por Adam Crissman, entró Wells Thompson por Smith y a trece minutos del pitazo final por DC United Gómez, entrando en su lugar el defensor neto Brian Boswell.
Emilio puso a los capitalinos encima en el marcador a los 67 minutos, tras finiquitar con algo de fortuna una gran creación colectiva entre Moreno y Olsen. El DT de los Revs fue expulsado poco después del 3-2 transitorio, por increpar ferozmente al juez de línea que, a su juicio, debió haber levantado la bandera de offside para anular la conquista de Emilio.
El romperredes carioca transformó al Estadio RFK en un carnaval a siete minutos del término del partido. Bryan Namoff avanzó por el sector izquierdo hasta centrar al corazón del área en búsqueda de Emilio, quien aprovechó la floja marca de dos defensores para cabecear el 4-2 definitivo y celebrar su conquista 18 a nivel personal.
Farid Deantonio Q. colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
