Dallas y Houston firman empate infartante

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HOUSTON - Los cañones tronaron de verdad en el Estadio Robertson durante el primer Clásico texano de la temporada 2008. FC Dallas y el local Houston Dynamo disputaron otro ardiente encuentro que arrojó un empate a tres tantos. Aunque los protagonistas en la cancha repartieron puntos, los grandes ganadores fueron los 20 mil aficionados que se dieron cita al juego.


Seis anotaciones que demuestran que la entrega de ambos equipo fue total. Con una alta temperatura como enemigo para las dos divisas, el juego se desarrolló con acciones intensas y el acelerador a fondo hasta el pitazo final del colegiado Abiodun Okulaja.

Tanto fue el espectáculo brindado que la tribuna se vio obligada entregar el más merecido aplauso a los equipos en su retirada a los camerinos.


Por los Naranjas convirtieron Franco Caraccio(21'), Brian Ching(57'), y Geoff Cameron(91). Mientras, los visitantes se hicieron presentes en el marcador por intermedio de Kenny Cooper(35' y 45'), y Arturo Álvarez (58').


Cabe recalcar que los primeros diez minutos del encuentro fueron confusos para los contrincantes, los cuales intentaban acomodarse en el terreno de juego y en donde la férrea marcación fue predominando en ambos bandos. El equipo de casa intentaba por el costado izquierdo ejercer sus intenciones ofensivas. Dwayne De Rosario y Corey Ashe hacían esfuerzos por penetrar la defensa contraria y nutrir con centros a Ching y Caraccio.


Por su parte, el FC Dallas, bajo el comando en el medio campo del colombiano Juan Carlos Toja, procedía a lanzar balones en profundidad a espaldas de los zagueros Naranjas.


Los forasteros tuvieron la primera oportunidad de abrir el marcador. En un tiro de esquina, se levantó André Rocha y cabeceó un balón que luego de picar en el suelo se estrelló en el horizontal cuando ya nada podía hacer el arquero Pat Onstad.


Cinco minutos mas tarde, los "Hoops" desaprovecharon una nueva oportunidad para abrir la cifra cuando Álvarez no logró rematar desde una posición inmejorable luego de recibir una habilitación de Cooper.


El primer gol de la tarde apareció al minuto 21, un claro resultado de la intensificación del ataque Naranja. De Rosario se cruzó en diagonal y encontró a Ashe para que éste se acercara a la línea de fondo y centrara al segundo palo, donde Caraccio azotó la red con un frentazo mientras el portero Darío Sala refunfuñaba (y con razón) por una clara falta de Ching que le impidió acudir a la cita con el balón.

La reacción de Dallas se hizo evidente. Sus llegadas sobre el pórtico de Onstad se hicieron más frecuentes y con mayor peligro. Tanto que sobre la media hora, en un balón dividido, salió lesionado el cancerbero al chocar con Cooper. Ingresaría el suplente Tony Caig, quien, como se demostraría poco después, no estaría a la altura del desafío.

A los cinco minutos de haber ingresado, el inglés recibió su primer gol. En un pase largo de Toja, Cooper le ganó en velocidad al central Bobby Boswell y, al ver a Caig adelantado, lanzó una vaselina que se coló por encima del guardameta.


La lucha se hacía más intensa, en el empate no se mostraba conformidad. Dynamo seguía atacando y fue así como al minuto 37 se le presentó a Craig Waibel una clara oportunidad de anotar pero el balón pegó en la base del larguero y salió afuera.


En su indeleble lucha, Dallas consiguió al minuto 45 el gol que le dio la ventaja parcial. De nuevo el melenudo colombiano se conectó con Cooper para que el espigado atacante disparara desde la media luna y convirtiera, con la complicidad de Caig, el segundo de su cuenta.

Para la fase complementaria, Houston salió a buscar la paridad, y al minuto 57 lo hizo efectivo. En una salida con velocidad por la derecha y en una doble asistencia tejida por De Rosario y Cameron, Ching logró mojarla para igualar el encuentro a dos tantos por bando.


Pero la felicidad no demoró mucho para los vestidos de Naranja. Burlándose de una adormecida zaga local, el volante Pablo Ricchetti mandó un pase filtrado a Álvarez, quien, en el mano a mano con Caig, se la tocó fuerte a un costado para decretar la ventaja parcial.


La reacción de Dynamo no se hizo esperar y el volumen ofensivo era vistoso, mientras Dallas, tirado totalmente atrás, se defendía como gato boca arriba. Una tromba cargada de energía tenía en peligro al arco de Sala.


En la agonía llegó el gol del Dynamo. En pleno tiempo de descuento, apareció el cañonazo de Cameron luego de un pase corto de Ching.


Incrédulos, algunos jugadores visitantes se cubrían la cara con sus camisetas, incapaces de enfrentar la cruda realidad de una victoria que, por segundo domingo consecutivo, se les escapó de las manos en los últimos minutos.
Carlos Mojica colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.