Cuando aún el azote del invierno norteamericano hace sentir sus estragos en algunas ciudades y en otras se tirita de frío por las bajas temperaturas, el fútbol es el único calorífico capaz de hacernos subir unos grados en el ambiente y llevarnos casi por efecto de su "realismo mágico" a la estación de las flores.
Los campamentos de primavera son una realidad en el fútbol de la MLS y las dos costas viven a todo vapor el comienzo de labores de una liga que cumplirá sus 13 años y el sagrado comienzo de su pubertad futbolística.
Es cierto que la liga aún exhibe las flores del acne juvenil en su barbilla, pero no es menos cierta tampoco la realidad de su sello serio y su prematura madurez frente a otras competiciones que mejor omitimos para evitar susceptibilidades y efectos de nacionalismos por fortuna desterrados.
La MLS está en marcha y no escatima fundamentalmente en prudencia, aunque el talonario abierto desde hace algo más de un año también permite sueños y realidades. La muestra este año la vive de lleno la capital estadounidense. El sueño argentino se tomó el fútbol de Washington D.C. y no propiamente por ser año electoral. Allí la legión che, con Marcelo Gallardo como insignia, pretende regresar galones y blasones a la casaca del D.C. United, club que de verdad se lo merece por sus antecedentes y por su ordenado y serio trabajo desde lo administrativo. No en vano es el equipo más ganador de la liga hasta ahora.
Pero éste sin duda será un año súper competitivo en la MLS, o al menos así se percibe desde ahora, pensando en quienes hacen parte del proyecto.
En lo estrictamente futbolístico y deportivo, las miradas como equipos recaen en el orden del Houston Dynamo y la continuidad al proyecto que se armó en la Ciudad Espacial para alcanzar metas a corto plazo. Quizá por ello en las convocatorias nacionales encontramos tantos nombres con "tinte" Naranja.
Y, hablando de naranjas, un ex de aquella segunda gran generación holandesa como Ruud Gullit se encargará de cambiar la cara del LA Galaxy después de la gran inversión en Beckham y la pobre campaña del 2007. Revisar la nómina del Galaxy hoy permite pensar que con un buen planeamiento y una bien diseñada pretemporada ese colectivo debe estar en las finales.
Otro con olor a grandes metas en la MLS versión 2008 es Red Bulls. Así lo afirmó en primera persona el técnico Juan Carlos Osorio, a quien su amigo y ex dirigido en el Fire Cuauthémoc Blanco, a través de XM Deportivo, le dedicó muchas frases para decirle que lo extrañaba. El estratega colombiano ha demostrado su trabajo a donde ha ido y creo que con él Nueva York tiene derecho a un sueño. La interrogante este año será Chicago y esperar si la gran calidad del "Temo" alcanzará para volver a ser el gran Fire de la segunda mitad de la temporada pasada. Para los demás, aún nos queda tiempo antes del silbatazo de marzo.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
