Con los ojos abiertos

Se cerró el capitulo "Hugo" en México, tal como se había previsto hace más de 16 meses, aunque ninguno de nosotros -en su momento- se atrevió a decirlo para no caer en la impopularidad, pero que sin ser adivinos era perfectamente predecible y previsible. Hugo se había condenado desde hacia tiempo con su verborragia ordinaria y mal emitida cuando se dejaba ganar por el ego y por las emociones de una megalomanía que el creía encantadora. Allá él y allá su sicoanalista que ahora jugará de "nueve" en la vida del "penta".


Pero Hugo hoy ya es historia y la realidad con futuro y decisiones a bordo es otra. Los dueños tomaron una decisión coherente en su reunión de acuerdo con la exigencia popular y también de acuerdo con los resultados y objetivos que el saliente cuerpo técnico había prometido. No hubo Copa Oro, no hubo Olimpiada y, como producto de lo primero, no habrá Confederaciones...Resultado de todo ello: pánico y un angustioso miedo a no estar en el Mundial de Sudáfrica si los resultados no cambiaban. Y la expresión facial de Justino Compeán como presidente de la Federación mexicana cuando entregó oficialmente la noticia de la salida de Hugo hablaba sin necesidad de escucharlo. Desencajado y a punto de llorar, el regente aclaró que "cundió el pánico" y que Hugo no ofrecía garantías. "Hay que buscar un ganador que nos lleve a Sudáfrica". Fue una frase muy dura inclusive para con el mismo Hugo.


Claro de aquí en más hay que poner los pies bien firmes contra el piso y bajarse de la nube soñadora en la que algunos dirigentes quieren sentarse para pretender observar el mundo desde muy arriba como si el dinero fuera capaz de comprar prestigio. En la reunión de dueños estuvieron sentados 16 personajes que de verdad son los dueños de México. No del fútbol. Del país entero y de su economía, reunión en la que sólo faltaba la impresionante figura de Carlos Slim, pero, ¿podrán ellos con sus miles de millones de dólares y sus fotografías en la revista Forbes convencer a Mourinho o a Lippi o a Fergusson para que se desplacen a México a dirigir al Tri para su trascendental partido ante Belice cuando su mundo gravita en Londres o Roma, y más aún estando cerca de un primer mundo futbolístico que pareciera hoy por hoy tener más glamour que las cortes europeas?


Me encantaría que lo lograrán aunque ello no garantizaría para nada la clasificación a Sudáfrica que debe recaer en un técnico con alto conocimiento del fútbol mexicano y que no llegue a conquistar a nadie con los espejitos del viejo continente. Aparte de ello, cualquiera de esos personajes, por profesional que sea, se va a gastar más de dos meses en aprender cómo es México en su geografía, su climatología, su idiosincrasia, sus costumbres, su fútbol, sus dirigentes, sus técnicos, sus jugadores, sus directivos y hasta sus medios de comunicación. El objetivo es Sudáfrica 2010 no Brasil 2014. Por ahora hay que pensar en uno bueno y cercano que no sea el bajo perfil de Arias ni la incipiente preparación de Ramírez.


A la vuelta de la esquina parece estar el hombre. Respetado por sus títulos, discreto en su perfil, reconocido mundialmente, buen trabajador con un Mundial de experiencia encima y una envidiable experiencia si se quiere pensar en el futuro. Se llama José Néstor Pekerman. Algunos como Rafael Lebrija dirán que no sabe manejar mayores y que es un experto en niños, pero la Argentina del pasado mundial ya le dejó un grado más en su academia futbolística, esta vez con los grandecitos. No debe ser barato, pero el problema parece no ser de plata. Jorge Vergara dejó entrever que dinero hay para comprar a cualquiera. Lo único que parece no haber entendido los dueños del fútbol mexicano es que hay una gran diferencia entre precio y valor.


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.