WASHINGTON, D.C. - El Chicago Fire dio la primera gran sorpresa de los playoffs de la MLS y demostró una vez más que la Liguilla es una bestia totalmente diferente a la temporada regular. El empate a dos goles en el partido decisivo de su serie con el D.C. United le sirvió al cuadro rojo para avanzar a la Final de la Conferencia Este, tras imponerse 1-0 en la ida.
Dentro del cuadro capitalino quedó una sensación de impotencia. Pese a ganar el Supporters Shield y ser lejos el mejor equipo de la campaña 2007, el United se despidió tempranamente de la postemporada, y frente a su afición más encima. Mientras, los de la Ciudad de los Vientos, que sufrieron hasta la última fecha para asegurar su presencia en la Liguilla, celebraron la hazaña ante un enmudecido Estadio RFK.
Chicago marcó por intermedio de Chad Barrett (min. 31) y Chris Rolfe (min.33) y los rojinegros respondieron con dianas de Clyde Simms (min. 69) y Christian Gómez (min. 74).
El cotejo escribió otro funesto capítulo de la triste historia del United ante el Fire, club al que no ha podido ganar en seis duelos de postemporada.
Trajeados completamente de negro, 19.438 hinchas abarrotaron las tribunas del RFK con la esperanza de ver la reacción del tetracampeón, que inició el partido con Jaime Moreno y Luciano Emilio, despejando de entrada las dudas sobre la salud de ambos delanteros, que vieron poca acción en el primer asalto disputado en el Toyota Park.
Sin embargo, ninguno de los dos atacantes sudamericanos mostró la solvencia ofensiva que los caracterizó durante la temporada.
De hecho, fue el visitante Cuauhtémoc Blanco el que dio el primer aviso de peligro, retando la meta de Troy Perkins con un remate rastrero cuando se jugaba la vuelta seis.
Instantes después, los dueños de casa respondieron por intermedio de Christian Gómez, cuyo tiro libre desde los tres cuartos de cancha intentó sorprender al portero Matt Pickens, aunque terminaría pasando sin consecuencias cerca de su poste izquierdo.
En una nueva jugada de pelota detenida a favor de los capitalinos, el volante argentino centró el balón con mucho efecto y a media altura buscando a Fred, quien se deshizo de un férreo marcaje dentro del área chica pero su remate salió ligeramente desviado.
Consciente de que a medida que pasaran los minutos y se mantuviera el empate sin goles tenía asegurada su clasificación, Chicago se dedicó a esperar la ofensiva del D.C., sin arriesgar mucho pero preparado para el contragolpe.
Dos tiros libres de Blanco pusieron en alerta nuevamente a la valla capitalina. El primero, desde la izquierda, fue un centro sin mucho peligro que fue rematado fuera, mientras que en el segundo, cobrado en el mismo sector aunque más cerca del área grande, el mexicano metió un potente disparo rasante que obligó una gran intervención de Perkins.
Al minuto 31, un centro de Calen Carr desde la derecha pasó por encima de un defensor y Barret llegó perfectamente al pase para disparar al ángulo superior derecho y sacudir la malla rival para la apertura de la cuenta, que cayó como un balde de agua fría para el tetracampeón.
Sólo dos minutos después, la versatilidad del Águila de Fuego dio sus frutos en el sistema del técnico colombiano Juan Carlos Osorio al recibir un balón de Carr y entregarlo en bandeja de plata a Rolfe, quien con impunidad ante una clara desatención de la defensiva local aumentó las cifras a 2-0.
Un seminoqueado United quiso reconstituirse y tejió una jugada desde el sector izquierdo que culminó con un remate Emilio que, de no haber sido por la intromisión del zaguero Gonzalo Segares a última hora, pudo haber significado un gol psicológico antes del descanso.
Sin embargo, los dirigidos por Tom Soehn regresaron con mucha garra para el complemento y a los 50 minutos orquestaron hasta ese momento la llegada más peligrosa a la zona contraria. Ben Olsen penetró el área y le combinó a Emilio con una precisa pared, dejando al brasileño en una posición inmejorable para buscar el ángulo derecho de Pickens, pero éste se lanzó de cabeza y despejó.
Segares cometió una fuerte entrada contra Gómez en la vuelta 55, posibilitando un nuevo tiro libre que el argentino no pudo canjear en gol.
Quedando apenas media hora de juego, el United insistía más que nunca, ya que los minutos pasaban y se le hacía tarde para descontar. Por otro lado, Chicago hizo todo lo posible por bajar las revoluciones del partido, actitud que quedó evidenciado con la sustitución del delantero Barrett por el volante Bakary Soumare.
Soehn respondió a los 65 minutos, ingresando al jamaiquino Nicholas Addlery por un irreconocible Emilio, condenado a ver el resto del partido desde la banca, un final muy mezquino para un artillero que anotó 20 goles en la campaña regular.
Al minuto 69, Gómez y el suplente Rod Dyachenko se asociaron en una combinación que terminó en los pies de Simms, quien superó a Pickens con un zapatazo de larga distancia para el 2-1 parcial.
Luego de dos salvadas monumentales del cancerbero rojo, Gómez, habilitado por Dyachenko, remató duro y cruzado a la derecha de Pickens e igualó el marcador 2-2.
Prácticamente todo el plantel local estaba volcado al ataque, con sólo Bryan Namoff y Devon Mctavish custodiando atrás para minimizar un contraataque del Fire, que estaba completamente doblegado ante la insistencia del D.C. de lograr el tercer gol.
Otra salvada de Pickens ante un remate sin efectividad cumplidos los 90 minutos reglamentarios parecía que sentenciaban el encuentro. Pero no. El United seguía empeñado y en el descuento Gómez anotó dentro del área chica, pero su gol fue anulado por una mano.
Los dueños de casa se quedaron con diez hombres tras la expulsión de Dyachenko, pero el daño ya estaba hecho y ya no quedaba tiempo para cambiar la historia. Con un pitazo, el juez principal Jair Marrufo puso fin al partido a la temporada del D.C. United y oficializó la hazaña del Chicago Fire, que espera rival en la Final de Conferencia.
Miguel Guilarte es editor de deportes de El Tiempo Latino de Washington, D.C. y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
