Un punto con sabor a victoria

freddy adu 55

No hubiera sido justo que el D.C. United no se llevara ningún punto tras el partido que nos brindó el sábado por la noche en el Crew Stadium de Columbus, Ohio. Un brillante partido repleto de magnificas jugadas, tensión en las áreas y como no, unos goles para enmarcar.


Los pupilos de Peter Nowak, salieron muy bien plantados sobre el campo, Earnie Stewart, omnipresente en el terreno de juego y un Alecko Eskandarian muy participativo por la banda derecha se dejaban notar en todos los ataques del equipo capitalino. El partido era de un toma y daca constante, que en cualquier momento algunos de los dos equipos podía dar el primer zarpazo de gol. Tal fue así, que en el minuto 35 en una falta en las postrimerías del área, el cañonero Eskandarian sacó su fusil, y lanzó un tremendo disparo que entró por la escuadra del portero Jon Busch, un magistral gol que desempolvaba las telarañas del arco del equipo de Ohio.


Pero, desgraciadamente no duró mucho la alegría del gol, ya que en otro error en una falta a balón parado, la cruz del equipo capitalino en toda la temporada, Duncan Oughton, aprovechó el regalo de la zaga rojinegra y batió a Troy Perkins en un certero remate de cabeza.


La segunda parte se prometía trepidante y con las espadas en todo lo alto. En ningún momento el D.C. United ofreció una imagen decayente y desmoralizante, el equipo mostró una imagen de sobriedad que presagiaba una prometedora segunda parte.


El golazo de Ross Paule en los primeros minutos no desmoralizó al D.C. United, que se picó en su orgullo y salió a morder. La reacción del equipo rojinegro fue encomiable, ya que no se merecía llevarse nada del botín de Columbus y los barcos capitolinos desplegaron toda su artillería. La primera tentativa tuvo lugar en el minuto 62, que Eskandarian sólo con el portero y con un excelente servicio de Dema Kovalenko remató de cabeza un balón que salió por los pelos fuera del arco. Pero, en el minuto 76, unas manos de Frankie Hejduk en el área permitió que Moreno, que con su pierna derecha tan fiable y precisa, y con una gran sangre fría transformó el penalty logrando el 2-2 que hacía justícia en el marcador.


Con la entrada en el campo del nuevo refuerzo argentino, Christian Gómez, el equipo se desemvolvió mejor y no se conformó con el empate. El joven Freddy Adu tuvo en sus botas el gol de la victoria pero no pudo vencer a Jon Busch, gol que hubiera significado la puntilla final a un gran partido.


El equipo saca con nota la primera de las dos visitas a domicilio que le restan de este mes de agosto y principios de septiembre. El siguiente peaje será en New England, un equipo que arañó un punto del Estadio RFK hace dos semanas y un D.C United que debe ganar si quiere estar en los puestos de privilegio de la Conferencia Este.


Victor Arnau es un colaborador de la página DCUnited.com. Lo expresado en este artículo no necesariamente refleja las opiniones del D.C. United.