Rachas rotas: A cuidarse del Galaxy

Cobi Jones

La sexta jornada del torneo 2004 de la MLS pasará a la historia como la fecha de los empates, donde cuatro de los cinco duelos finalizaron sin vencedor ni vencido, incluyendo una inusual cosecha de diez tantos entre el San Jose Earthquakes y MetroStars que finalizaron igualados 5-5.


El único encuentro que tuvo un ganador fue el partido entre el Dallas Burn y Los Angeles Galaxy, con el equipo galáctico alcanzando sus primeros tres puntos fuera de casa en más de 19 meses, para encumbrarse como líder absoluto de la Conferencia Oeste y superlíder en la MLS.


Este choque, que tuvo lugar en el Cotton Bowl y contó con la audiencia nacional a través de la televisión (ESPN2), escribió varias páginas para los registros de los historiadores.


El guardameta del Burn, Scott Garlick vio cortada su racha de más de tres juegos sin aceptar un gol y terminó por ir a buscar el balón al fondo de su portería en tres oportunidades. Curiosamente, antes de verse las caras con la ofensiva angelina, Garlick sólo había sufrido una anotación y su racha sin mácula quedó en 380 minutos (un record para el club).


Por si eso no fuera suficiente, Dallas perdió su condición de invicto en la temporada. El elenco texano que conduce el debutante estratega Colin Clarke era el único equipo de la liga que no había conocido la derrota en lo que va de la campaña, hasta que encontró en su camino a la tropa de Sigi Schmid.


En lo que se refiere a las rachas en la Major League Soccer, por el momento sólo queda la seguidilla negativa de Columbus que en lo que va del torneo aún no conoce la victoria.


Pero volviendo al triunfo del Galaxy, que desde aquel 1-0 sobre San José del 21 de septiembre de 2002, no sabía lo que era ganar fuera de su gallinero, logró quitarse una pesada losa, especialmente en lo sicológico.


El equipo angelino vino de atrás para equilibrar un marcador que le era adverso desde los primeros minutos de la contienda, respondiéndo con tres anotaciones en la etapa complementaria.


Instrumental en la reacción del Galaxy fue el ingreso de Cobi Jones al reanudarse el duelo en su segundo tiempo, mientras que en el vestidor se quedaba el novato Joseph Ngwenya.


El imberbe atacante nativo de Zimbabue se mostró muy revolucionado en sus incursiones por la pradera derecha, mientras que a Cobi le bastó con darle una mejor pausa y dirección a cada uno de los balones que tocó, para que el engranaje ofensivo galáctico terminara por machacar a la retaguardia de Dallas.


Y la mejor ilustración de cómo se debe romper un buen esquema defensivo, como el del Burn, que había aceptado tan sólo un gol en cuatro juegos, la ofreció el Galaxy con su primera anotación. Un balón que se extiende hasta los límites mismos del terreno de juego, para luego servirlo en diagonal retrazada, concediendo todas las ventajas al rematador, en éste caso, Jovan Kirovski, quien finaliza la acción con mortal golpe de cabeza.


El procedimiento resulta letal porque obliga a los defensas a correr a cubrir su portería dando la espalda a los rematadores.


Este tipo de ejercicios debería ser la norma y no la excepción al pelotazo sin ton ni son, o a esos balones que llegan como enormes arcoíris desde el medio terreno, que lo único que hacen es obligar al delantero al desgaste inocuo, a chocar contínuamente con las defensas rivales.


Así se demostró en otra jugada donde Cobi atraza el esférico a Kirovski, cuyo fogonazo estremece el palo mayor.


El segundo tanto del once angelino fue una pared en corto en la boca del área, donde Jovan lució su ojo clínico en el remate, tras recibir de Carlos Ruiz.


Y cuando Dallas estaba totalmente inclinado sobre la meta de Kevin Hartman, concedió al máximo goleador de la liga espacios suficientes para consumar el tercer tanto.


De esta forma, además de la carga anímica que significa para los pupilos de Sigi Schmid y Martín Vázquez la obtención de algo tan lárgamente anhelado, como es la victoria en patio ajeno, el equipo angelino parece haber encontrado el perfil de lo que puede convertirse en la pareja de atacantes más temible de la MLS.


Entre Carlos Ruiz y Jovan Kirovski ya suman nueve perforaciones a las redes enemigas, además de sus tres pases para gol, así que, a cuidarse todos.


Rigo Cervantez es un conocido periodista de mas de 20 años, trabajando con medios de renombre como Televisa y La Opinión. Hoy en dia se desarrolla como comentarista en las transmisiones radiales de RadioVisa 830 AM en Los Angeles de los partidos del Los Angeles Galaxy. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.