Propuestas decentes

Se acabó la Copa Oro y en su octava versión este certamen organizado por la CONCACAF dejo un agridulce sabor especialmente por la calidad del fútbol exhibido que deja al área con una realidad latente muy similar a la que vive Suramérica. Hay dos grandes en la zona que son México y Estados Unidos y los demás aquí demostraron que están dos peldaños debajo de las llamadas muy generosamente las "potencias del área".


Estados Unidos alzo la Copa merecidamente luego de enfrentarse en una final inédita a Panamá que termina siendo el equipo sorpresa del evento. Pero ¿por qué razón Panamá es sorpresa? Porque el bajo nivel con que asisten al certamen selecciones como la de Guatemala, Trinidady Tobago, Jamaica y aun la de Honduras que se hace feliz a costa de un merecido triunfo ante Colombia. Otra interrogante: ¿Cuál Colombia? Un tercer equipo cafetero armado a las carreras sin ningún entrenamiento y que se junta en el aeropuerto antes del viaje a Estados Unidos.


No es disculpa para Colombia que tiene un prestigio nuevo bien ganado con base en resultados y en fútbol, pero de verdad que el equipo que presentó en la Copa Oro deja mucho que desear especialmente en su zona defensiva absolutamente vulnerable cada que un rival atacaba su parte central, esa que no quiso o no pudo atacar México en el partido de Houston en cuartos de final. Los invitados de regular para abajo, porque Sudáfrica se presentó con un onceno juvenil pensando más en los fogueos al futuro, lo que abre una nueva interrogante de si vale la pena invitar equipos que no sumen como enseñanza y ser solo un relleno de atractivo comercial para la comercialización y para los ratings de la televisión.


Es curioso que Arena, el técnico de Estados Unidos haya dicho al día siguiente de terminado el evento que en esas condiciones para el 2007 si él estuviera al frente de la selección, él también llevaría su tercer equipo y no arriesgaría con su primera escuadra y justo antes de partidos cruciales de la eliminatoria mundial.


Del arbitraje ni hablar especialmente por los errores de Sibrian que cometió una falta técnica que posiblemente lo borre desde ya del referato mundial, pero eso será motivo de análisis más profundos.


Por ello y volviendo al título de la nota, creo que es honesto ahora más que nunca proponerle a la CONMEBOL y a la CONCACAF que por el bien del prestigio de sus eventos continentales -léanse Copa América y Copa Oro- en adelante se programen cada cuatro años para respetar el ciclo de competencia, ver caras nuevas en las selecciones y medir el verdadero crecimiento de algunos países con respecto de presentaciones anteriores. Cada cuatro años como el Mundial, como los Olímpicos, como la Eurocopa y como será en adelante la Copa Confederaciones.


No más eventos de relleno con intereses económicos de por medio. Hay que pensar en el futbolista y en el espectáculo e igual por encima de todo el respeto al público que es quien paga y respalda con su dinero y con su audiencia este tipo de competencias.


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.