No hay vuelta atrás

A pesar de tener varias llegadas peligrosas, Chivas perdio este domingo ante Pumas.

El domingo terminó todo para todos, una final que realmente mostró que tanto Chivas como Pumas eran dignos de la Copa, ninguna decayó ni un solo segundo, y a pesar de que ya para el segundo tiempo extra los 22 jugadores se veían verdaderamente exhaustos esto no fue motivo de baja de juego.


La fiesta en la Ciudad de México invadió cada rincón, en bares y restaurantes no faltó una televisión para ver el partido, tres pantallas gigantes montadas en la delegación Coyoacán estaban repletas de aficionados de los dos bandos.


Lamentablemente después de los angustiosos 90 minutos del partido, dos tiempos extras y la tanda de penales la fiesta sólo pudo continuar para Hugo Sánchez y sus universitarios quienes en un autobús turístico de dos pisos y sin techo partieron hacia el Ángel de la Independencia a compartir la alegría de ser campeones con todos los aficionados que los apoyaron durante 19 jornadas y la Liguilla.


Felicidades por Hugo, por Elías Ayub, por la escuadra felina, espero que todos y cada uno de ellos sepan ganar y tengan la humildad de seguir siendo buenas personas, mientras que de Hugo ya sé qué esperar.


Sin embargo, creo que Chivas jugó mejor tanto en el juego de Ida como en el de Vuelta, en el Jalisco se vieron a unas Chivas que obligaron a que los Pumas estuvieran atrás, además, durante todo el torneo los universitarios presumieron de su juego siempre vertical, siempre hacia arriba y en la Liguilla mostraron otra cosa completamente diferente.


El domingo, a pesar de estar de visitantes con más de 60 mil personas en su contra, los tapatíos no se achicaron y tan sólo en el primer tiempo tuvieron seis llegadas muy peligrosas.


Pero si el guardameta auriazul había dado sus mejores partidos a partir de la semifinal, no iba a bajar de nivel en el juego más importante de todos, y así fue, el desempeño de Sergio Bernal fue impecable, a pesar de que creo que las Chivas se debieron haber quedado con la Copa, creo que si Pumas se la quedó fue en su mayoría por Bernal, él se la merece completita.


En lo personal no me gusta ver que un partido se defina en penales, y mucho menos una final. Tirar desde los once pasos es muy traicionero, ahí no se demuestra la calidad futbolística, sino la capacidad de soportar la presión y la suerte de que el portero no adivine el tiro.


Y el domingo el jugador de Chivas, Rafael Medina no supo controlar la presión, su semblante estaba desencajado antes de hacer el tiro.


El campeón se decidió con un penal fallado, no con uno parado como hubiera sido lo más justo, y desde mí punto de vista en la final del Clausura 2004 no ganaron los Pumas, perdieron las Chivas.


Pero trece años de esperar una Copa fue suficiente y tal y como Hugo lo prometió desde que tomó el control de los universitarios se adjudicó el campeonato, muy bien merecido por lo hecho con la escuadra.


Algo que debo de mencionar para aquellos que no pudieron estar presentes en el partido y para quienes vieron el partido del América-São Caetano, o se han enterado de los problemas que ha habido en los clásicos, es que en está ocasión el operativo de seguridad para el estadio de Ciudad Universitaria fue de los mejores en los últimos años, además de que los representantes de porras de ambos equipos hicieron un acuerdo de no violencia y lo cumplieron.


La final mexicana fue una verdadera fiesta, no hubo ninguna clase de problemas; algo que a demás de ser tristemente asombroso me hace querer pensar que nunca más volveremos a ver una situación como la reciente de la Copa Libertadores con São Caetano, y ojalá así sea.


Maria del Mar Salinas es actualmente reportera de fútbol para el Diario Deportivo RÉCORD de México. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de Major League Soccer ni de sus clubes.