Muchos porqués

Es imposible no reflexionar ante una cantidad de preguntas que fluyen de los aficionados al fútbol como cataratas en una época en que los medios de comunicación bombardean a diario con la información que llega de Europa y en donde siempre está de por medio la contratación de alguna rutilante estrella.


Por estos días, justamente, Europa y sus grandes equipos como el Real Madrid o el súper poderoso nuevo rico del Chelsea se debaten y pelean por saber quien puede al final contratar al nuevo emperador Adriano. Mientras tanto en América se sigue trabajando en la cantera para poder vender y de esa forma llegar con un gran producto a las muy ambiciosas arcas de los grandes del viejo continente. En Estados Unidos el tema parece ser diferente y por eso algunos aficionados reclaman en la MLS figuras de talla y de renombre que hagan de la Liga un centro noticioso ante el mundo de alto vuelo en los grandes medios.
No podemos ahora ponernos a comparar y perder fácilmente las proporciones históricas que este tema conlleva y por eso es importante que el aficionado y el cronista hallen un punto de encuentro con explicaciones que son lógicas y claramente entendibles. Las Ligas de Europa por cronología y existencia tienen décadas de ventaja sobre la muy joven liga de los Estados Unidos y el poder económico de los equipos del famoso G14 no se construyó en diez años. A ellos hay que mirarlos con respeto, pero con audacia y aprender de su osadía en los negocios y de paso aprender de sus errores.
Estados Unidos y su liga apuesta por su propia base y cree en su futuro después de haber experimentado con estrellas en declive que miraron la liga con desdén y la tomaron como previas vacaciones pagadas antes del retiro. Mencionar esos apellidos ya es llover sobre mojado y esa lección enseñó que es preferible jugar con los de casa y darles oportunidad de roce y crecimiento y no tratar de deslumbrar con vejetes conocidos, pero cansados y llenos de manías. Gracias a ello la selección de Estados Unidos se surte de su Liga y aunque, repito, que el rendimiento es diferente, el fútbol en 15 años ha logrado crecer a un ritmo que muchos países, aparentemente con más tradición, no han podido mantener.
Claro que otra pregunta es el porqué se ha ido a los extremos. O son viejos antes del retiro o son jóvenes desconocidos de entre casa. ¿Dónde está la clase media del fútbol que no llega a los Estados Unidos? Y es ahí donde aparece el tema del tope salarial que poco a poco se debe ir mejorando para que la Liga tenga acceso a esos jugadores que el aficionado reclama para hoy. Recordemos que la liga la componen ahora 12 equipos y son solo seis dueños y con base en sus capitales bien administrados el torneo cumple sus primeros diez años. Si el dinero se malgasta y la euforia de grandes contratos lleva a los excesos, quizá a esta hora seguiríamos hablando solamente del torneo mexicano o del fútbol de España o Argentina.
¿Pero porqué en el país "rey del mercadeo" no se contratan figurones que se pagarían con la sola venta de sus camisetas? Pues porque se tendría que ir de uno en uno y un viejo adagio reza que una sola golondrina no hace verano. La respuesta es sencilla por ahora y aunque costó entenderla hoy parece ser adecuada: Cautela. Es preferible un producto perdurable llevado con calma y bien administrado que uno muy publicitado y que por exceso de gastos al poco tiempo ya no exista.
Por ahora dejemos que a Adriano lo contrate el Madrid o el Chelsea, que Ronaldinho siga en el Barcelona que Toti pelee con la Roma y que Abramovich siga moviendo su chequera. Son otras Ligas, grandes y respetables que nos nutren en la distancia a diario de espectáculo, pero aquí sigamos empujando el carro con orden y con calma que en pocos años quizá ellos quieran mirar hacia nosotros.
Ricardo Mayorga es el primer comentarista de las cadenas Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Angeles.