Llega un talentoso mexicano a la MLS

Juan Pablo García puede convertirse en la mejor adquisición de un futbolista mexicano que la MLS ha hecho desde que en 1995 firmara a Jorge Campos.


Claro, no se pueden pasar por alto los nombres de Hugo Sánchez, Misael Espinoza, Daniel Guzmán, David Patiño, Luis Hernández, Paco Uribe y algunos otros que visaron su pasaporte mexicano para emigrar hacia el norte, a la Major League Soccer.


Pero en casi todos los casos, se trataba de jugadores que habían dejado atrás sus mejores años futbolísticos y llegaban etiquetados como estrellas, cobrando como tales, pero que terminaron -salvo honrosas excepciones- pasando por el profesionalismo estadounidense sin pena ni gloria, al grado que ninguno de ellos regresó a su país natal luciendo el tradicional anillo de campeón.


En consecuencia, la liga optó por importar talento de otras latitudes, jugadores que demostraron su rentabilidad, al ser adquiridos por precios más módicos y que produjeron dividendos apenas se pusieron la camiseta de algun club emelesero.


El ayuno de futbolistas mexicanos en la MLS había terminado con la aparición del equipo Chivas USA como uno de los dos clubes de expansión en la temporada actual.


Y es justamente al equipo rojiblanco a donde se espera que Juan Pablo se incorpore apenas quede finiquitado el trámite correspondiente para la cesión y que el propio 'Javán' concluya su participación con la selección mexicana que interviene en la Copa Oro 2005 de la CONCACAF.


Se trata de un jugador de tan sólo 23 años, con un futuro promisorio, luego de haber integrado diferentes selecciones menores en México, Panamericana, Pre-olímpica y Olímpica, en las que demostró su enorme potencial ofensivo, pues es un atacante que combina la velocidad con la habilidad, encarador, desequilibrante, que juega como nueve y medio, es decir un jugador que llega desde media cancha, pero que se agrega al frente de ataque y sabe hacer goles.


Las condiciones de García le quedan como anillo al dedo a un equipo en cuya primera mitad de la temporada, los vientos de los resultados no soplaron a su favor.


Llama también la atención la forma en que Juan Pablo García aparece como refuerzo para Chivas USA, luego de haber concluído su contrato con el Atlas de Guadalajara, equipo que lo impulsó al profesionalismo.


La salida de Juan Pablo de la institución roji-negra se parece, en la forma, a la emancipación del mediocampista Gerardo Torrado, de su club original, los Pumas de la UNAM, para contratarse por cuenta propia, en el balompié español, ajustándose a una disposición de la FIFA en materia de relaciones contractuales entre jugadores y clubes.


La cláusula es muy simple: un futbolista es libre de contratarse con el equipo que le plazca una vez que haya concluido el convenio con su anterior club.


En Europa, los clubes protegen sus costosas inversiones en la compra de jugadores, mediante la famosa 'cláusula de rescinsión', que tasan en precios tan exageradamente altos, que quedan directamente relacionados al brillo de la estrella en cuestión y a la cantidad de ceros que luce su contrato.


En México existe otra ley, en éste caso, no escrita, para evitar problemas con la FIFA: un pacto entre los dirigentes y propietarios de equipos para no contratar a un jugador que haya cumplido su contrato -y que técnicamente es libre- a menos que se negocie y pague una transferencia, al equipo afectado.


Es una forma de mantener al jugador siempre sometido a una vergonzante situación de esclavitud, en condición de mercancía que puede ser comprada, vendida, prestada o desechada a capricho, sin que para ello medie el parecer o la voluntad del interesado, en este caso el futbolista.


El tema resulta sumamente explosivo, porque a menudo, los jugadores que no aceptan la voluntad de los dueños del balón, quedan expuestos a la coerción, a la amenaza y hasta el desempleo, ya que no existe en el fútbol azteca un sindicato de futbolistas profesionales que vele por los intereses de los jugadores.


Sin embargo, todo puede resultar muy sencillo, si todos los involucrados en esta clase de situaciones se apegan a lo que dispone el máximo organismo rector del fútbol, Doña FIFA.


Rigo Cervántez es un conocido periodista con más de 20 años de experiencia, trabajando con medios de renombre como Televisa y La Opinión. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.