Engalanado con casi 40 mil personas, el Campo del Soldado, casa del Chicago Fire, fue escenario digno de recibir al equipo anfitrión y a su similar el New England Revolution, el pasado domingo 11 de julio en la noche.
En los primeros 45 minutos de juego transcurridos, ninguno de los dos equipos enfrentados hizo gala de buen fútbol, y a pesar de que se presentaron varias jugadas de peligro, ninguna fue concretada.
Ya en la etapa de complemento las cosas se tornaron diferentes, el Fire empezó a presionar la zaga del Revolution máxime cuando en el minuto 20 ingresó, bajo la ovación del público presente, el seleccionado de los Estados Unidos con su camiseta número 7, DaMarcus Beasley, quien, después de haber jugado 90 minutos con la selección nacional, entró también con una buena dosis de oxígeno, vida y emoción para su equipo y para su fanatizada. El "7 pulmones", como se le conoce también a este muchacho, se merece la admiración del mundo futbolístico porque demuestra que ama al deporte rey. En buena hora para Dave Sarachan que cuenta con ese valuarte en sus filas.
No obstante, el Fire no demostró un buen nivel, no sabemos si por la ausencia de alguno de sus seleccionados, así como también de su máximo goleador de Ante Razov, pero sí sabemos que el equipo de casa tiene que empezar a demostrar en la cancha el poderío que siempre ha tenido desde sus inicios en la MLS, pues con el resultado final 1-1 ante su rival del Revolution en este último encuentro se mantienen en la tabla con 18 y 13 puntos respectivamente.
Esta columna no representa la opinión del Chicago Fire o de la MLS.
