La necesidad de ganar

MetroStars

Algún día dijo Carlos Bianchi, que la actitud es más importante que la técnica. En lo personal valoro ambos argumentos, pero es seguro, que algunos equipos de la MLS, en la temporada que se inicia, deberán superar cualquier problema de carácter técnico o táctico, con otros atributos, aquellos que son imprescindibles para las grandes conquistas.


La simpleza de la reflexión va mucho más allá del significado de esas palabras. Se refiere concretamente a la urgencia de aquellos equipos que han vendido ilusión en sus fanáticos a lo largo de nueve años, pero que ya no pueden prolongar la hipoteca, a menos que demuestren que su fútbol vale la pena y para ello solo sirve levantar la Copa al final de la temporada.
En el 2005 estaremos viviendo un clima excepcional, propio de las mejores Ligas del mundo, con el nacimiento del fútbol en dos ciudades, una con éxito en todo sentido asegurado, Los Ángeles con las Chivas USA y la otra, Salt Lake City, con el Real Salt Lake, que ve en este deporte la fuerza que su gente necesita. Ambos serán grandes animadores del torneo y ya se vive en el Oeste, el pequeño clásico que irá creciendo con el correr de los años.
Hay otros equipos sin urgencia, D.C. United por ejemplo, que le ha pagado con creces a su gente, el apoyo recibido, por más importante que éste fuera. El equipo capitalino, que por otra parte, se apronta con gran entusiasmo y argumentos sólidos para repetir, lo ha ganado todo, y una falsa actuación, ni dos, pondrán en tela de juicio ni su valía ni la entrega de cada uno de los integrantes del plantel.
Y hay otros casos como Kansas City, que con un modesto plantel, pero con gran talento en la conducción, de la mano de Bob Gansler, le ha dado a una ciudad pequeña, la posibilidad de que su nombre recorra el mundo como uno de los mejores de los Estados Unidos. Y también San José ha sabido de algunas conquistas de jerarquía y Chicago, sin duda, orgulloso con su estilo que le ha deparado tantas satisfacciones.
Equipos como Columbus, con el incentivo de una racha impresionante de encuentros sin perder en la pasado temporada, Colorado, ahora con la conducción de Fernando Clavijo y hasta New England Revolution, que siempre da espectáculo y al cual nunca le falta aliento en la tribuna, intentarán que el 2005 sea el corolario de tantos esfuerzos y sacrificios, pero ninguno de ellos necesita tanto de un triunfo como MetroStars.
El conjunto gótico representa a una zona, aunque parezca un contrasentido con la presencia de los aficionados en el Giants Stadium, de gran tradición futbolera. Solo hay que hacer una recorrida por todos los parques de la ciudad de Nueva York, para comprobar los miles y miles de fanáticos de este deporte, que hasta el momento, no han sido capitalizados por el fútbol profesional. Por más que esta gente se sienta más ligada a los equipos de sus países de origen, solo le ha faltado el empujón de un gran triunfo, que a todos les gusta, para volcarse en forma decidida a alentar al equipo de la zona.
Lo anterior no es una crítica, sino el producto de circunstancias adversas. Aún cuando en muchas ocasiones se han hecho enormes esfuerzos en todo aspecto, incluso contratando a grandes entrenadores, Firmani, Parreira, Bora, Queiróz, Mondelo, ahora Bradley, nadie ha podido conseguir el objetivo buscado. Ni la presencia de estrellas de la dimensión internacional de Roberto Donnadoni o Lothar Matheus, pudieron cambiar la historia y no pasaron de ser un recuerdo sin pena ni gloria para los parciales de MetroStars.
La gente quiere creer, quiere ver buen fútbol, quiere sentirse orgulloso de su representante y demostrarle a todos aquellos que manejan intereses contrarios y aprovechan cualquier excusa para poner otras disciplinas por encima del más popular de los deportes en el mundo entero. Es la hora exacta para apoyar al fútbol en Nueva York y Nueva Jersey, pero el equipo debe identificarse también su gente.
Y desde luego que no es culpa de quienes ahora representan al equipo el que no se pudiera lograr una Copa en toda la historia de la Liga, pero así están las cosas y quienes han aceptado ponerse esa casaca, deberán asumir la responsabilidad como propia y dejar el alma, por cambiar una estadística que no ha sabido aún de un primer lugar.
El 2004 nos deparó un gran torneo, con una paridad anhelada por la liga y que se hizo realidad, generando una expectativa muy particular con relación a la definición del certamen. Me temo que el 2005 será diferente. En lo previo, da la sensación de haber equipos muy fuertes que serán muy difíciles de derrotar. Es de esperar que aquellos que tienen más necesidad de triunfos, estén en ese grupo.
Robert Sierra, compartiendo la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales del MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Si quiere hacerle algún comentario, escríbale a Sierramls@yahoo.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.